“Cualquiera que sea tu historia, bienvenido. Has emprendido un largo viaje hacia la honestidad sexual y la revelación personal. Puede ser un camino arduo, pero es el único modo de conseguir lo que deseas. En el decurso, te parecerá que hay un montón desalentadoramente grande de conocimientos que aprender; no te deseanimes. El Amo más perverso del mundo, la Dómina más imaginativa, empezaron igual que tú hoy: curiosos, excitados y algo inseguros.”
Pat Califia,
“SM. Los secretos del sadomasoquismo”

martes, 19 de marzo de 2013

Átame de verdad, que no soy como Anastasia Steele

Articulo en http://normajeanmagazine.com/2013/01/atame-de-verdad-que-no-soy-como-anastasia-steele/

Recuerdo el día que lo empecé a leer. Hacía frío, muchísimo y lo vi en la tablet (o tableta, como queráis) de mi madre.

“Uy, si es el libro del que todo el mundo habla. Dicen que es erótico, voy a ver…” me dije a mí misma con una sonrisa picarona.

Tres horas después, borré el libro. Era una completa mierda.

Desde los 19 años, leo con frecuencia literatura erótica. No ha pasado mucho tiempo, pero me he empapado en ella. Es atrayente, seductora y especial. Además, hace desaparecer muchísimos tabúes sexuales. Uno de esos tabúes es el BDSM. Latigos, cuero, mordazas, sumisión, amos/as…es toda una cultura aparte. Están desde los más soft hasta los que lo llevan hasta los extremos. Dicen que causa adicción, que una vez que lo pruebas no puedes parar, que llegas a amar el dolor. Los amos/as y esclavos/as tienen una relación armoniosa, donde reciben y dan placer a partes iguales. Ambos están de acuerdo y lo hacen por placer, no por compromiso (como la protagonista de 50 Sombras de Grey) u obligación. Si la esclava, por ejemplo, ya no quiere más, lo deja. Así de simple. Porque al contrario de lo que mucha gente piensa, tienen sus propios códigos éticos y sus prohibiciones. Aquí van algunos ejemplos. Anastasia Steele, apúntatelos porque te hacen falta:
Tienes derecho a ser tratada con respeto.
Tienes derecho a estar orgullosa de ser lo que eres.
Tienes derecho a sentirte segura.
Tienes derecho a sentir .
Tienes derecho a expresar tus sentimientos negativos.
Tienes derecho a decir NO.
Tienes derecho a esperar ser feliz en la vida.
Tienes derecho a tomar parte en la relación.
Tienes derecho a pertenecerle a alguien.
Tienes derecho a amar y ser amada.
Tienes derecho a estar sana.
Tienes derecho a practicar sexo seguro.


Sé que muchas al leer esto se echarán las manos a la cabeza porque les parecerá machista. Y es que aún hay gente a la que se le olvida que esta práctica se hace por placer, no por obligación, por lo que confunden ser esclava en el rol del BDSM con una esclava de la Edad Media. Por eso salió esta especie de “código ético”, para que las dos partes sepan donde están los límites. Se prohíbe el maltrato físico o psicológico no consentido, tienen que tener un kit de emergencias por si la cosa se pone fea, no se puede “castigar” a la otra persona por una ofensa que haya tenido lugar en la vida cotidiana, tienen que acordar qué van a hacer y cómo lo van a hacer.

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Cualquiera de nosotras lo puede practicar, y no por ello tiene que tacharse como una práctica sólo para “viciosos” o “maleantes”, porque, aunque a mucha gente le cueste creerlo, es una práctica sexual como otra cualquiera. Por eso es indignante cómo se trata esta práctica en 50 Sombras de Grey. Da una imagen errónea. La mayoría de cosas sobre BDSM que salen parecen sacadas de la Cosmopolitan. Ella se mete a ese mundo por él, porque la niña es virgen todavía. Hay escenas surrealistas que dan mucha pena.

En definitiva si queréis adentraros en este mundo, podéis empezar por estos libros que son clásicos en el BDSM:
“Voy a romperte a pedacitos” (Hermes Solenzol) (Trilogía)
“La historia de O” (Pauline Réage)
“Caminos de sumisión” (Manuel Salcedo)
“La venus de las pieles” (Leopold von Sacher- Masoch)
“La filosofía en el tocador” (Marqués de Sade)
Espero que os fascine adentraros en la literatura erótica de verdad. Os temblarán hasta las piernas.


Soy Lara Alarcón. Hace 20 años que nací en Barcelona, pero me mudé al Sur buscando calor. Algunas veces, merezco que me laven la lengua con lejía.https://twitter.com/VioletSatin




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