“Cualquiera que sea tu historia, bienvenido. Has emprendido un largo viaje hacia la honestidad sexual y la revelación personal. Puede ser un camino arduo, pero es el único modo de conseguir lo que deseas. En el decurso, te parecerá que hay un montón desalentadoramente grande de conocimientos que aprender; no te deseanimes. El Amo más perverso del mundo, la Dómina más imaginativa, empezaron igual que tú hoy: curiosos, excitados y algo inseguros.”
Pat Califia,
“SM. Los secretos del sadomasoquismo”

jueves, 9 de junio de 2016

¿Es BDSM algo normal?

Tomado de:

Es decir, ¿somos enfermos porque nos gustan los castigos eróticos?

Dado que no sabemos que nadie sostenga que la afición a las prácticas de BDSM sea una enfermedad física, recurramos a los expertos en problemas mentales.

La psicología
La psicología habla de sexualidad “normal” y “anormal”. La mayoría de las definiciones de normalidad de la psicología, cuando son desmenuzadas, parecen apuntar a lo que podemos llamar normalidad estadística: lo normal es lo que hace la mayoría de la gente, lo que está de acuerdo con las normas culturales (y anormal sólo puede ser algo diferente de lo que hace esa mayoría).

Por lo tanto lo que es “normal” es variable según el tiempo y las costumbres. (Aunque en general, cuando hablan de “anormal” o “enfermo”, lo definen con detalles específicos, lo que es incongruente.)

Y cuando se habla de parafilias (de dos palabras griegas que significan mas allá y amor, es decir amor que está por afuera de lo acostumbrado, fuera de lo “normal”), se aclara que la masturbación y la homosexualidad, que por mucho tiempo se consideraron enfermedades, desviaciones o “perversiones sexuales” (la calificación anterior de lo que ahora se llama parafilias), son consideradas ahora comportamientos sexuales normales.

Esto implica que lo que ahora la psicología considera “anormal”, tal vez haya sido en otras épocas o sea en el futuro algo “normal”, y por lo tanto, en mi opinión, descalifica a la psicología para ayudarnos decidir si nuestras prácticas sexuales favoritas son malas o no (nos preocupa saber si somos enfermos, ya sabemos que somos diferentes).

Y si nos referimos a “normal” como concepto estadístico, en una búsqueda en el buscador Google, encontré 12.300.000 páginas conteniendo la sigla BDSM (no, no las leí todas...). Parece que no estamos solos.

La psiquiatría
Vayamos a la psiquiatría. Aquí no tenemos que leer demasiado, ya que la Asociación Americana (léase de EE.UU.) de Psiquiatría publica una guía sobre enfermedades mentales, el Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders (Manual de diagnóstico y estadísticas de desórdenes mentales), que es el libro de referencia principal usado por los especialistas de Salud Mental de EE.UU (y de gran parte del mundo)

En su cuarta y última edición, de 1994, más conocida como DSM-IV, define las parafilias como:
"fantasías recurrentes, intensamente excitantes en sentido sexual, impulsos sexuales o comportamientos que involucran generalmente 1) objetos no humanos, 2) el sufrimiento o humillación de uno mismo o el compañero o 3) niños u otras personas que no han dado su consentimiento, y que ocurren en un período de al menos 6 meses."

Como ejemplo, tomamos la definición de una de las parafilias, el sadismo sexual :
“repetidamente por al menos 6 meses, el paciente ha tenido intensos deseos sexuales, fantasías o comportamientos acerca de actos reales que causen tormento físico o psicológico, o que de alguna manera humillen a otro. Esto causa clínicamente una angustia importante, o perjudica el funcionamiento laboral, social o personal, o el paciente ha actuado estos deseos sobre alguien que no consiente."

Las demás son similares.

Una aclaración: en opinión de muchos profesionales del área se deberían haber retirado el sadismo y el masoquismo como parafilias, como se retiró la homosexualidad, ya que son sólo otras orientaciones sexuales que no tienen nada intrínsecamente malo. Lo que finalmente se hizo fue agregar en DSM-IV "angustia" como componente necesario.
Por otra parte, dice que:
"una parafilia debe ser diferenciada del uso no patológico de fantasías, comportamientos u objetos como estímulo para la excitación sexual"
reconociendo que no todos nuestros juegos puede ser considerados parafílicos.
Pero como quedó, si Ud. está angustiado porque es homosexual, deberían tratar de curarle la angustia. Si Ud. está angustiado porque le gusta BDSM, deberían tratar de cambiarle la orientación sexual. Muchos sexólogos opinan que eso es un error. Pero parece que seguirá, con cambios menores, en DSM-V...

Otras visiones desde la psicología
Recientemente ha aparecido un modelo diferente y muy interesante (si bien apoyado por una minoría) para definir los comportamientos sexuales normales y anormales.

Un grupo de psicólogos, encabezado por el Dr. Judo Marmor dice que un comportamiento sexual “saludable” es aquel que es motivado principalmente por sentimientos afectuosos y ternura, busca tanto dar como recibir placer, discrimina en cuanto a la elección de pareja, y es motivado por tensiones sexuales recurrentes en un contexto de atracción física y afecto.

El comportamiento sexual “enfermo”, en cambio, es usado como un medio para descargar ansiedad, hostilidad y culpa, busca sólo recibir placer, no discrimina en la elección de su pareja y es provocado por tensiones no eróticas que son a menudo compulsivas.A la luz de esta definición, las relaciones de BDSM (y otras) son saludables si siguen estos lineamientos, aún si no están de acuerdo con las pautas culturales, y aún el sexo “normal” es enfermo si no. (El Dr. Marmor hablaba sobre todo de relaciones homosexuales, pero se aplica a nosotros). (1)

Y Dorothy Hayden, una psicoterapeuta con mucha experiencia en masoquismo, y que propone, como nosotros, que es acerca de entrega, y no de dolor, dice
"Una ironía de nuestra profesión es que tratamos de "curar" un sistema de creencias y comportamientos que enriquece y anima la vida de tanta gente. El mantenerlo como patología en DMS-IV y los esfuerzos de tantos terapistas de "curar" masoquistas es en parte responsable por la continua vergüenza, aislamiento y baja autoestima de esta gente creativa, espontánea y valerosa que quiere que se les proporcione la dignidad de elegir su propia forma de sexualidad no explotativa"(2) (nuestra traducción)

Entonces?
La psicología oficial no aporta nada. La psiquiatría, en todas las parafilias y no sólo la que hemos citado, insiste, a mi modo de ver correctamente, que para ser enferma la conducta debe perjudicar el funcionamiento del individuo o ejercer violencia sobre alguien que no lo desea. Solo que, para mi, esto no se aplica sólo a las parafilias. Si una persona tiene una obsesión (con el sexo "normal" o con cualquier otra cosa) que interfiere con su vida, o la actúa sobre personas que no dan su consentimiento, está enferma.

En cuanto a la angustia, creo que depende más de la percepción del individuo de su conducta, que de que ésta sea realmente enfermiza, y esa percepción depende de su crianza y educación y de la presión de la sociedad. Para mucha gente, hasta disfrutar el sexo es malo y produce angustia, ya que el sexo debe ser sólo para procreación, según fue y aún es enseñado por muchas religiones.

En Internet, en la página de una médica terapeuta sexual llamada Gloria Brame (3) encontré lo que tal vez sea la única definición posible:
“sexo normal es cualquier cosa que dos adultos que consienten consideran placentero. Si Ud. tiene la edad legal, si Ud. entiende exactamente en que se está metiendo en el terreno sexual y se siente bien con ello; si Ud. puede encontrar otro adulto agradable que comparte sus intereses y toma las precauciones normales para evitar las enfermedades de transmisión sexual y embarazos no deseados, Ud. no sólo es normal, Ud. ha sido bendecido.” (nuestra traducción).
Por lo tanto, no se haga problemas, mantenga el juego y diviértase.



2 comentarios:

  1. ¿Es normal el vivir en una civilización sin riesgos, sobre alimentados, son stress crónico? Por supuesto que no. Yo opino que el BDSM nos conecta con esa parte primitiva de nuestro ser, esa que vivía cercana al dolor. Al satisfacerla, nos aliviamos de este estilo de vida "normal", o quizás debería nombrar a los deportes extremos en esta categoría.

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  2. Muy buena entrada, como son en mi opinión muy buenos todos los aportes que hacen juntamente con Eli en esta página.

    He leído muchas veces lo que podrían interpretarse como justificaciones por parte de los bdsemeseros. Particularmente no creo que sean necesarias. Cada uno siente como siente y es como es.

    Existe una especie de moralidad cultural. Por ejemplo, en algún tiempo era común que el hombre fuera quién decidía qué se hacía o se dejaba de hacer en su casa. Incluso hoy en día en muchos países "civilizados" el hombre mantiene mayores derechos que las mujeres. México sin ir más lejos. Hay culturas dónde se permite a un hombre puede tener varias mujeres y en otros países la poligamia no es permitida. En fin, existe una moralidad cultural. Quizá en un tiempo las relaciones asimétricas, como las D/s, se incorporen a las costumbres.

    Para mí las relaciones D/s no son más que una forma de relación. Menos extendida que las relaciones de pares pero igualmente válidas. Creo que a pesar de lo que creemos, la forma de relacionarse no es una elección voluntaria, cada uno se relaciona de acuerdo a su propia personalidad. Las relaciones de pares no son para todos, como no son para todos las relaciones D/s, ni son para todos las relaciones abiertas.

    En mi opinión, la moralidad de cualquier acción viene dada fundamentalmente por la intención con que ha sido hecha. Si las cosas se hacen sin intención de perjudicar a nadie, incluso a uno mismo, y han sido analizadas a conciencia de forma tal no tenga efectos no deseados, nada se puede decir de esa acción. Entonces, qué podría criticarse de una pareja que se relaciona de una manera no habitual. En mi opinión nada. Además, como escribí anteriormente, ni siquiera es una elección de la voluntad sino una expresión de la personalidad.

    Volviendo al comienzo, insisto en que no hay razón para justificarse por las acciones que uno siente morales. Después, los demás tienen derecho a pensar lo que les venga en ganas, ya sabemos que formarse un juicio también es inevitable. Expresarlo puede editarse, pero tampoco podemos pretender que las personas repriman sus opiniones. Está en uno saber dejar pasar aquellas opiniones que no coinciden con las propias certezas.

    Saludos

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