“Cualquiera que sea tu historia, bienvenido. Has emprendido un largo viaje hacia la honestidad sexual y la revelación personal. Puede ser un camino arduo, pero es el único modo de conseguir lo que deseas. En el decurso, te parecerá que hay un montón desalentadoramente grande de conocimientos que aprender; no te deseanimes. El Amo más perverso del mundo, la Dómina más imaginativa, empezaron igual que tú hoy: curiosos, excitados y algo inseguros.”
Pat Califia,
“SM. Los secretos del sadomasoquismo”

sábado, 19 de septiembre de 2015

Cómo detectar el comportamiento manipulador


La palabra “manipulación” se refiere a aquellos intentos de influenciar de manera indirecta la conducta o las acciones de otra persona. Como somos seres humanos, a menudo nuestras emociones nublan nuestro juicio, lo cual dificulta ver la realidad detrás de intenciones ocultas o los motivos que explican diferentes comportamientos. La astucia y el control ligados a la manipulación a veces son tan sutiles que pueden fácilmente ser ignorados o enterrados bajo sentimientos de obligación, afecto o hábito. En este artículo, vas a aprender algunas maneras de detectar el comportamiento manipulador a tu alrededor, para resolverlo en lugar de atacarlo.

PASOS

1. Conocé las características de una personalidad manipuladora. No suelen ser tan obvias, porque los manipuladores silenciosamente juegan a construir una serie de obligaciones hacia ellos, que culminan en hacerte sentir culpable a vos, presionándote y forzándote a hacer cosas “por su bien”. Quizás todavía te estés preguntando cómo llegaste a este punto. Algunas de las características de una personalidad manipuladora son:

  • Ponerse en el papel de mártir. Este tipo de persona se comporta como si estuviera siendo considerado con los demás, pero en realidad confunde la consideración con la necesidad de ser importante para vos. Al martirizarse, hacen cosas que nadie les pidió ni quieren que hagan, pero en el proceso, te atan a ellos. Al “hacerte un favor”, esperan que se lo devuelvas con creces. También pueden quejarse constantemente sobre todo lo que hacen por vos y preguntarse en voz alta cuándo vas a hacer algo por ellos…
  • Personalidades extremadamente dependientes y necesitadas. La gente que no se siente cómoda consigo misma, o que le cuesta ser asertiva con sus opiniones e ideas suele esconderse detrás de conductas manipuladoras para que parezca que estás haciendo las cosas como vos querés hacerlas, a pesar de que todo fue armado para que respondas directamente a sus necesidades.
  • Narcisistas. Este es el arquetipo del manipulador, y es muy difícil lidiar con él.
  • Vos mismo. En verdad, en algún momento, todos tuvimos alguna conducta manipuladora. Sin embargo, para la mayoría estas acciones son excepcionales u ocasionales y no una forma de vivir e interactuar con los demás.

2. La mejor manera de determinar si una persona es manipuladora es observar sus acciones. Sé amable y cortés, y decile gracias por comunicarte su necesidad de que hagas las cosas de esa manera. Su reacción te ayudará a saber la verdad, ya que las acciones hablan más que las palabras.

3. Las personas manipuladoras guiarán a otros a hacer las cosas de determinada manera, diciendo que lo hecho es para el bien de todos los involucrados. Pero en realidad, ellas no quieren cambiar y quieren quedarse en su zona de confort. Entonces, te contarán historias sobre cómo las acciones de alguien generaron problemas para los demás. Tal vez te asusten contándote finales trágicos como si esa persona hubiera sido rechazada por todos. No caigas presa de sus historias. Sólo hacé lo que creas que es correcto y esencial. Obviamente también considerando la comodidad de las demás personas. Pero no sacrifiques tus derechos.

4. Tené en cuenta las posibles formas en que las personas pueden manipularse entre ellas. Hay algunos comportamientos clave que pueden desencadenarse en manipulación, y es útil conocer cómo detectarlos antes de tropezar con ellos. Los comportamientos están expuestos brevemente aquí, y los siguientes puntos proveen más detalles sobre ellos además de sugerencias para responder a ellos sanamente:

  • Echar la culpa. Este comportamiento manipulador busca hacerte sentir culpable y se enfoca en hacerte sentir responsable de cosas que “deberías” hacer en lugar de defender tus propios valores.
  • La suposición. Esta táctica manipuladora busca transformar tu comportamiento en la forma en la que se percibe por el espectador, sin importar si su interpretación es correcta o no. Eventualmente, esto termina llevando a que te sientas culpable porque no importa lo que digas, tu refutación se toma como prueba de la suposición.
  • Él dijo, ella dijo. Esta maniobra manipuladora es pseudo-psicología en acción. El comportamiento manipulador asume el acto de decirte que lo que alguien más dijo fue lo correcto. Es una forma útil de apartar las responsabilidades de él mismo mientras te las cargan todas a vos.
  • La declaración reconfortante. Esta maniobra manipuladora se trata de causar una discusión. De esa forma, la persona provocadora terminará haciéndote sentir terrible por algo que no hiciste o dijiste por lo que te sentirás culpable de todas formas y obtendrán una gran porción de compasión con la que te manipularán una y otra vez
  • Auto-compasión: “Pero soy tan débil/poco amada/victimizada, etc.” A veces, todos tenemos momentos en los que realmente necesitamos un poco de cuidados tiernos, pero las personas manipuladoras a largo plazo pueden tomar el hábito de ser víctimas o necesitar atención especial constantemente.

5. Restringir el sentimiento de la culpa. Hacer sentirse culpable al otro está arriba en la lista de herramientas de manipulación. Si podés hacer que alguien más sienta culpa, estás a salvo. El problema es que las personas se agotan después de que las hacen sufrir el juego de la culpa repetidas veces y la persona manipuladora que cree que le está yendo bien con esto se arriesga a perder el respeto, los amigos, y a ser distanciada por aquellos que no pueden “perderse” como la familia y los compañeros de trabajo. Una de las claves a tener en cuenta para escapar de la atadura del juego de la culpa es que cuanto antes lo cortes, mejor, y que es su juego, no tuyo. Acá hay algunas formas de abordarlo:

  • Reconocelo. Los intentos de culpar a alguien generalmente son precedidos por frases como “Si yo realmente te importara, vos…”, o “Si fueses más responsable, vos…”, o “Si fueses más comprensivo, vos…”. En cada caso, se pueden sustituir las palabras que se agregarán luego  con  “harías lo que yo quiero”. Otra manera de inducir a la culpa es decirte lo que no harías, por ejemplo: “¡Sé que probablemente escuché mal! ¡Después de todo, vos no haría eso sin antes decírmelo a mí!”. En esa pequeña frase, te acaban de indicar que las expectativas que se esperan de vos son que tengas que referirte a esta persona antes de tomar cualquier tipo de decisión.
  • Dale vuelta la situación a quien intenta hacerte sentir culpable. Tomá una actitud retributiva con quien te quiere hacer sentir culpable y no dejes que su interpretación de tu comportamiento determine la situación. En este caso, podés darle una gota de su propia medicina para que entiendan cómo se siente que te hagan sentir culpable. Este enfoque implica tomar lo que el manipulador dijo y explicarle cómo no te está respetando, apreciando, cuidando, etc tu comportamiento hacia él, y en el proceso, te deshacés de la necesidad de cumplir con las obligaciones que está tratando de imponerte. Por ejemplo:

A: “No te importa lo duro que trabajé por vos.”

Vos: “Claro que sí me importa lo duro que trabajaste por mí. Lo dije varias veces. Pero me parece que a vos no te importa lo mucho que yo me preocupo o me esfuerzo.”

A: “¡Eso no es verdad! ¡Sí que lo aprecio!”

Vos: “Sí, de igual manera yo valoro lo duro que vos trabajas.”

  • Reducí su poder sobre vos. Cuando un manipulador trata de hacerte sentir culpable sugiriendo que él no importa, no caigas en esa trampa. En cambio, retruca con una respuesta que quiebre su control de manera instantánea. Por ejemplo:

A: “Está bien, andá a ese viaje de camping con tus amigos mientras yo me quedo en casa haciendo todo el trabajo y cuidando a los perros. Ni te preocupes por mí.”

Vos: “¡Genial! Me alegra de que te alegre cuidar a los perros mientras estoy de viaje. ¡Gracias!”

6. Desplazá la conjetura por fuera de tu persona. Una de las cosas que es tan irritante sobre que otra persona te diga qué es lo que vos estás pensando o haciendo, es que no te están tomando en serio o tratándote totalmente como una persona. En cambio, están tratando de imponerte cómo quisieran que te comportes y eso se manifiesta en cómo desean que actúes para su beneficio. Las conjeturas pueden ser difíciles de detectar pero es esencial que lo hagas para poder desviarlas de forma rápida y efectiva. Algunos ejemplos incluyen declaraciones del tipo “supongo” “creo” “me parece” “adivino” “deseo”, etc: “Supongo que vas a dejarme sola otra vez” o “Desearía que entiendas cuán difícil es para mí, después de todo lo que hice por vos, que no quieras pasar más tiempo conmigo en cada Navidad.” El problema con la conjetura es que no hay una pregunta; a un manipulador no le gusta hacer preguntas porque le provoca un sentimiento de pérdida de control. En una relación saludable, las preguntas apuntarían a qué estás haciendo y la conversación procedería desde este entendimiento; un manipulador preferiría presumir qué es lo que estás haciendo porque ello le permite tener el control del “vos” que él describió en vez del “vos” a quien debería escuchar. Cortá con las suposiciones sobre tus acciones, ignorando la implicación manipulativa negativa y hacé que el manipulador vuelva a la realidad, recalcando tu validez en relación con lo que estás haciendo. Por ejemplo:

A: “Desearía que entiendas cuán difícil es para mí, después de todo lo que hice por vos, que no quieras pasar más tiempo conmigo en cada Navidad.”

Vos: “De hecho, paso tanto tiempo con vos como con los padres de Kate, y como vos y papá solían hacer, estoy felizmente dividiendo mi tiempo de forma equitativa con ambas familias.”

A: “Supongo que me vas a dejar sola otra vez.”

Vos: “No te estoy dejando sola, tenés tu película favorita esta noche, el perro está con vos pidiéndote atención, y voy a volver el martes, como de costumbre.”

A: “Si tenés cosas más importantes que hacer, entonces no gastes tiempo en visitarme.”

Vos: “Me alegra que entiendas que complicadas están las cosas para mí ahora. Es muy caro viajar en esta época y voy a poder pasar más tiempo con vos cuando vaya a visitarte el próximo mayo.”

7. Apartate de los juegos mentales en los cuales el manipulador interpreta lo que otras personas dicen o hacen. El uso de un tercero como “autoridad” es inconscientemente descontrolado en gran parte del día a día porque nos gusta diferir hacia estas generalizaciones como manera de sustentar nuestras propias preferencias, frecuentemente difusas e inexploradas. Si bien la mayoría de nosotros sabemos que se trata de un mal hábito, en las manos de un manipulador, se convierte en un arma. Cuando un manipulador recurre a citar lo que tu tía Maya, el primo Jorge, o la querida Cata de al lado harían o dirían, prestá atención. Esta táctica es usada para tratar de comparar la percibida falta en tu respuesta, con la manera en la cual otras personas aparentemente se comportarían más apropiadamente que vos. (O sea: ellos harían las cosas para beneficio del manipulador, mientras que vos te estás absteniendo de hacerlo.)

Si bien mucho de esto tiene que ver con que el manipulador fantasea que el pasto siempre crece más verde en el patio del vecino, se trata más bien de una herramienta que lo habilita a renunciar a su responsabilidad por haber dicho lo que dijo.

A: “María  dice que sería mejor si no me dejaras solo todo el tiempo. Dice que es dañino para mí”

Vos: “No me di cuenta de que María sea psicóloga. Tengo que hablarle sobre la posibilidad de que ella pase más tiempo con vos.”

A: “Todos piensan que no sos amable conmigo cuando te rehusás a comprarme otro anillo de diamantes.”

Vos: “¿Todos? ¡Debería conocer a esta gente tan pudiente! Me encantaría comprarte otro anillo pero me alegra que ya tengas uno hermoso para mantenerte ocupada hasta que nuestro presupuesto alcance para compras más grandes.”

8. Evita la confrontación y la manipulación en disputa. Determiná si alguien está deliberadamente usando un artilugio o juego para traer a colación una disputa o conflicto. Esto frecuentemente sucede entre amigos o en relaciones, cuando un miembro desea tener influencia o intentar controlar al otro. Las declaraciones confrontativas están diseñadas para causarte malestar y para provocar una discusión. Por ejemplo, “¡¿Cómo se te ocurre dejarme solo esta noche?!” o “Pensé que habíamos acordado que esta sería la mejor solución. Y ahora deliberadamente estás haciendo algo completamente diferente.” O “¿Por qué siempre tenés que hacer todo a tu manera? ¿Y yo, qué?” Hasta puede ser mencionado a modo de broma pero con la intención de burlarse o arruinar tus expectativas. En vez de tomar parte en la discusión con el manipulador, simplemente aprende a decir “No” y a señalar hechos claros. Por ejemplo:

  • Mantené la calma, sé racional y agradable cuando digas que no. No trates de sacar ventaja haciendo muecas o contestando la agresión. También es importante que tu respuesta sea simple y amigable.
  • Usá tu lenguaje corporal para corroborar lo que decís. Negá con la cabeza y pone tu cara de “no”.
  • Sé cortés. Cuando un manipulador te pide algo, intenta responder “Me encantaría pero estoy muy ocupado en los meses que vienen, perdón.” o “Gracias por pedírmelo, pero no.”

9. Hacete a un lado de la autocompasión. El manipulador que interpreta que todo es injusto y se cae a pedazos está tratando de ganarse tu simpatía para usarla para profundizar en sus necesidades. En este caso, el manipulador va a partir desde un lugar de indefensión y va a buscar tu ayuda financiera, emocional o de cualquier otro tipo. Tené cuidado con las actitudes o comentarios del tipo “Sos lo único que tengo”, “No tengo a nadie más con quién hablar”, etc. Cuando lidias con una escena de autocompasión, sé comprensivo pero precavido porque no querrías que se transforme en  una obligación como consecuencia. Algunas maneras de responder al manipulador incluyen:

A: “Sos todo lo que tengo.”

Vos: “¡Ay, me halagás de nuevo, pero los dos sabemos que eso no es verdad! Te ves con Betty los domingos, con Muriel los jueves, y vas al bowling el sábado. Y cuando te traté de llamar el miércoles pasado, estabas jugando cartas con los vecinos.”

A: “No tengo a nadie más con quién hablar.”

Vos: “¿Te acordas, ayer, cuando Graciela vino para hablar con vos toda la tarde? Y Sara dice que ella estaría más que dispuesta a hablar por teléfono cuando necesites apoyo. Estoy más que feliz por poder hablar con vos durante los próximos cinco minutos, pero después tengo una reunión a la que no puedo faltar.”

10. Cuidado con las personas que distorsionan los hechos para hacerlos parecer más atractivos. Generalmente estas personas mentirían hasta los confines de la Tierra para obtener lo que quieren. Esto generalmente pasa en el ambiente laboral. Simplemente, para poner a los demás de su lado y quedar bien con la gerencia y las autoridades. Cuando respondas a una distorsión de los hechos, buscá explicaciones. Explicá que no es así como recordabas los hechos y que te genera curiosidad entender mejor su punto de vista. Mantenete cortés y sentite validado al explicar que lo hacés para aclarar tu confusión. Hacele preguntas simples de cuando ambos estuvieron de acuerdo en algún tema, de cómo él cree que se llegó a esa conclusión, etc. Cuando lleguen a un punto en común, tomalo como un nuevo punto de partida, y descartá su versión distorsionada. Por ejemplo:

Juan (manipulador): “Le pedí a Carla que tenga esto terminado para hoy. Nunca termina los informes a tiempo.”

Jefe: “¿Esto es verdad, Carla?”

Carla: “No es así como yo lo entiendo, jefe. Juan, ¿cuándo sugeriste que esta fuese solamente mi tarea? Yo había entendido que este iba a ser un esfuerzo conjunto, con tu aprobación de mi trabajo antes de que lo presentemos. Cuando no llegaste ayer y no me pude comunicar con vos, sentí que no tenía más opción que continuar y terminar con lo que pudiese pero estaba claro que yo no tenía manejo de los temas X, Y, Z, en los cuales vos sos mucho mejor definiendo. Y presenté mis últimos seis informes dos días antes de la fecha de entrega, me tomo los cronogramas muy seriamente.”

Otro ejemplo:

A: “Nunca me apoyas en esas reuniones, lo único que te importa es beneficiarte y siempre me tiras de carnada para los tiburones.”

Vos: “Eso no es verdad. Pensé que estabas listo para hablar con los inversores sobre tus propias ideas. Si pensase que estaba errado, hubiera intervenido, pero me pareció que estabas haciendo un trabajo brillante vos sólo.”

Cuidado con las personas con “memoria selectiva”. Esta es una herramienta manipulativa para escaparse de las obligaciones que no quieren cumplir, mientras se rebuscan para recordarte obligaciones que pretenden que vos cumplas, o has cumplido (en frente del jefe).

11. No seas víctima de quienes usan el amor como una herramienta de negociación. El manipulador comúnmente va a usar frases del tipo “Sé que me amas, entonces…”, “Como yo te amo, hace X, Y, Z por mí…” para engañarte y que aceptes lo que él quiere. Esto generalmente pasa en parejas casadas y también entre amigos. Las personas que demuestran este tipo de actitud a menudo van a hacerte sentir endeudado o como si les debieras algo. En vez de dejar que manipule tu amor, tratá de señalar cómo lo que vos estás haciendo es la prueba de tu amor por él, y puntos extra si podés ser lo suficientemente compasivo como para incluir un reconocimiento de su amor por vos, también:

A: “Si me amases, me llevarías al viaje de negocios con vos. No me interesan las miserias de tu jefe, ese es tu problema, no el mío.”

Vos: “Sí que te amo y es justamente por eso que no quiero que padezcas a mi jefe. Lo pasarías muy mal teniendo que ser super amable cerca suyo y él resentiría que estés ahí, y posiblemente hasta me perjudique en mi trabajo por pensar que no me tomo el viaje de negocios en serio.”


A: “Vos pensás que este jardín es más importante que yo.”

Vos: “En realidad, querido, cuido de este jardín con cariño para asegurarme de que tengas algún lugar divertido y seguro para tener juegos de guerra con tus amigos. Quiero que quede perfecto para vos, así como vos tratás de pintar la casa de colores que sabés que me gustan.”

12. Date cuenta de quienes fingen enfermedades. Desafortunadamente, algunas personas usan la enfermedad como manera de manipular a otros. Hay personas que fingen pequeñas enfermedades y síntomas en pequeña escala, y hay personas que sufren de Trastorno Facticio (DSM-IV), previamente conocido como el Síndrome de Munchausen. Fingir enfermedades es la producción intencional de síntomas físicos falsos o exagerados diseñados para conseguir un objetivo ulterior. Las personas que hacen esto pueden estar tratando de evitar responsabilidades, tener más tiempo libre, obtener beneficios médicos, o son lo suficientemente vagas como para querer que alguien más haga todo por ellas.

Si la persona es persistente en usar este método, es posible que él o ella necesite ayuda médica de un psiquiatra o un psicólogo especialista en Trastorno Facticio. La dificultad, para vos, radica en que la persona que sufre esto puede realmente tener alguna enfermedad pero, al mismo tiempo, puede funcionar bien la mayor parte del tiempo, o todo el tiempo, a pesar de la enfermedad, pero elige exagerar sus efectos (también conocido como “fingir enfermedad”).
Si el desorden es lo que le causa actuar de esta manera, tratá de no juzgarlo. Frecuentemente se desarrolla como una manera de reaccionar ante el estrés y se ha acomodado en un patrón. Lo mejor que podés hacer si sospechas que padece de esta condición, es sugerir que él o ella vea a un profesional de la salud mental para lidiar con sus preocupaciones y su ansiedad; no seas combativo con respecto a su “enfermedad ficticia”.

13. Cuidado con los individuos que crean falsos rumores. Las personas en esta categoría te van a decir lo opuesto de lo que querés escuchar. Pueden hacerlo con la esperanza de que los corrijas y así forzarte a contar la verdadera historia. La gente muy reservada generalmente es presa de este tipo de tácticas porque apuntan a sacarte información de modo directo, cuando hasta ese momento fuiste reticente.

14. Ignorá los arranques emocionales que manipulan tus emociones. Algunas personas apelan al llanto, a la pena, a los gritos y otros tipos de emociones para potenciar sus objetivos o simplemente para obtener lo que quieren. Esto es común entre niños y adolescentes que “prueban las aguas” para ver cuán lejos pueden llegar con esta forma de manipulación. Leé algunos buenos libros sobre paternidad, sobre cómo lidiar con la manipulación en niños y adolescentes; su comportamiento se  basa más que nada en evaluar los límites y puede lidiarse apropiadamente con buenas habilidades parentales.

Si tu hijo sufre de perturbaciones de comportamiento, buscá ayuda de terapeutas especialistas en salud mental. Estos desórdenes, a diferencia de de los desórdenes de desafío, de conducta y de separación, pueden tener elementos de manipulación en ellos pero necesitan atención especial para ser superados utilizando la ayuda de especialistas y tu compasión.

15. Escuchate a vos mismo. En todas las posibles situaciones manipulativas mencionadas anteriormente, ya sea en las que las señales son fácilmente identificables o en las que no, es muy importante que te escuches a vos mismo y cómo te sentís con respecto a la situación. ¿Te sentís oprimido, presionado, forzado a hacer cosas por esta persona que preferirías no hacer? ¿Su comportamiento parece impactarte infinitamente, de modo que después de asistir a esa persona, se pretende que brindes aún más ayuda y apoyo? Tus respuestas deberían servir como la verdadera guía sobre hacia dónde se dirige tu relación con esta persona.


Traducción: Navimuse, Luna B., Valentina Suarez Salvia, Victoria Martínez

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