“Cualquiera que sea tu historia, bienvenido. Has emprendido un largo viaje hacia la honestidad sexual y la revelación personal. Puede ser un camino arduo, pero es el único modo de conseguir lo que deseas. En el decurso, te parecerá que hay un montón desalentadoramente grande de conocimientos que aprender; no te deseanimes. El Amo más perverso del mundo, la Dómina más imaginativa, empezaron igual que tú hoy: curiosos, excitados y algo inseguros.”
Pat Califia,
“SM. Los secretos del sadomasoquismo”

lunes, 4 de marzo de 2013

La sencillez de complicar las cosas


Articulo publicado en Cuadernos BDSM 1 

La sencillez de complicar las cosas
Por  Leo

Debatía anoche con “mio” una cuestión.

La necesidad que tiene la gente de complicar las cosas. Por supuesto y como siempre voy a generalizar. Me encanta hacerlo. Sé que en todo hay casos y casos pero que voy a hacerle a mí me gusta hacerlo, me gusta expresarme con conceptos absolutos. Es que como no estudie en un colegio de pago no me sé la teoría de la relatividad. Además, que el color gris no me gusta, prefiero la mezcla de todos los colores, el blanco. Y me gusta la ausencia de color, el negro. Pero el gris lo considero un color tan neutral y soso, por muchos matices que tenga que siempre lo veré como un color moderado y poco comprometido. Cerebral, un color cerebral, con lo bonitas que son las vísceras, tan rojas y llenas de sangre, siempre latiendo en pulsiones y desbocándose a cada nueva cuestión.

Bueno, a lo que iba, que quería escribir sobre la cuestión de complicar las cosas. Por supuesto hablo de la D/s.

Estoy inscrita en varios foros y páginas de esta temática. No suelo escribir mucho, me gusta leer y luego comentar lo que he leído con “mio”. Acostumbro a ser muy critica con las opiniones vertidas, por que aunque siempre hay algunas con las que coincido, con la mayoría de ellas difiero. Esto me ayuda a definir mejor mis gustos y a concretar con palabras mis creencias incluso a modificarlas si considero oportuno hacerlo.

Hay una tendencia que me llama poderosamente la atención. La necesidad que tienen muchos de escenificar, de adornar, de crear toda una aureola mágica, romántica o mística al hecho de tener unas preferencias sexuales y pautas de comportamiento diferentes a las que marca la norma.

Que sí, que así tiene más morbo. Pero puede ser más simple de lo que parece.

En realidad el principio es muy simple, Mandar / obedecer. Dominar / someter(sé).
Poseer / entregar(se).

Un simple juego de roles. Con unas normas fijas.

Pero con un amplio abanico de posibilidades para introducir las tuyas propias.

Como se quiera hacer es algo individual. Cada uno lo hará como mejor pueda, sepa o quiera hacer. Siempre partiendo de la esencia del juego, un juego de Dominación / sumisión.

Igual de válida es una dominación de andar por casa, que la sofisticada dominación profesional. Y entre ambas caben todas las intermedias. Mientras se cumpla el principio de D/s y las normas fijas, todo es el mismo juego.

Lo interesante es la diferente forma en que cada uno lo vive. Puedes hacerte un juego a la medida de tus preferencias.

En el momento en que encuentras a la persona o personas que se acoplen a tu forma de jugarlo.

Cada uno elige su personaje en función a sus preferencias y lo interpreta mientras dura el juego. Es así de fácil.

O de difícil, por que siempre sale alguien jodiendo con la interpretación de las normas fijas, con los matices y con casos sacados de quicio.

La manía de complicar lo sencillo.

El bdsm y más concretamente la D/s puede ser un juego tan sencillo como tú lo crees. O puedes adornarlo y hacerlo tan barroco como desees.

Al final da igual como hayas creado tu juego, como en todos, la meta es divertirse, si lo consigues, será un buen juego.

M. Leo

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